
ITIL y Agile son dos enfoques de gestión que, a primera vista, parecen diferentes.
- Categorías Gestión de Proyectos, IT, ITIL
- Fecha 06/03/2023
ITIL se centra en la optimización de los procesos para lograr la máxima calidad, mientras que Agile se enfoca en la flexibilidad y adaptabilidad para satisfacer las necesidades de los clientes y lograr entregas rápidas.
A pesar de estas diferencias, ITIL y Agile pueden convivir y complementarse para obtener resultados increíbles en tus equipos.
En lugar de pensar en ITIL y Agile como dos enfoques opuestos, es posible verlos como herramientas que se pueden utilizar en conjunto para lograr una gestión eficaz del servicio de TI.
ITIL ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, mejorando su estructura y variando el enfoque.
Por qué y cuándo aparece ITIL y en qué consiste
En 2019 ITIL presenta su versión 4 realizando cambios profundos para adecuar la metodología al mercado actual marcado por la digitalización y globalización.
Las funciones y procesos ITIL de la anterior versión han dejado paso a las prácticas, como un conjunto de recursos organizativos diseñados para realizar una tarea o conseguir un objetivo.
ITIL 4 proporciona un enfoque holístico (visión en conjunto) de la empresa, haciendo referencia a 4 dimensiones en la gestión de servicios: organizaciones y personas, información y tecnología, socios y proveedores, y cadenas de valor y procesos.
En ITIL 4, el ciclo de vida del servicio se transforma en la cadena de valor del servicio, aportando un modelo operativo con las actividades y tareas fundamentales que facilitan la creación de valor en la gestión de productos y servicios.
ITIL proporciona un conjunto de prácticas sólidas y probadas que se pueden aplicar de manera ágil para simplificar la canalización de TI en lugar de obstruirla.
Por qué y cuándo aparece Agile y en qué consiste
Agile aporta flexibilidad y agilidad al proceso, permitiendo una mayor colaboración y una respuesta rápida a las necesidades del cliente.
Agile va mucho más allá de una metodología, convirtiéndose en una nueva forma de organización y trabajo.
Los proyectos se dividen en partes más pequeñas que requieren menos tiempo para ser completadas y entregadas al cliente. La metodología Agile es utilizada por muchas empresas de éxito que son capaces de responder rápidamente a las necesidades de los clientes, con servicios de calidad.
En el año 2001, en la ciudad norteamericana de Utah surge, el manifiesto Agile, que recogía un compendio de las mejores prácticas de gestión de las empresas de software de la ciudad. Este modelo se centraba en enfocar toda la atención sobre una tarea para reducir su tiempo de entrega y conseguir una mejora continua.
Ventajas que aporta la metodología Agile
La metodología Agile proporciona rapidez y constancia en la entrega de servicios para las organizaciones. Los errores cometidos se ven reducidos al poder realizar correcciones rápidas que solo afecten a la tarea implicada, ayudando a mejorar la calidad del servicio entregado. La toma de decisiones es mucho más ágil y precisa con esta metodología, minimizando los tiempos de reacción y reduciendo el tiempo de producción y desarrollo.
Con Agile los recursos son asignados de forma dinámica, priorizando las necesidades de entrega, lo que aumenta la productividad.
Beneficios de combinar las metodologías ITIL y Agile
Aunque las metodologías ITIL y Agile se basan en principios que a primera vista son opuestos (rigidez de ITIL frente a agilidad y flexibilidad de Agile) una combinación de ambas puede resultar en la solución ideal para entregar servicios de mayor calidad en menor tiempo.
La rigidez de ITIL puede chocar con la flexibilidad de Agile, pero con los cambios realizados en ITIL 4, donde se abre a las 4 dimensiones con una visión más global de la empresa, y donde las prácticas son vistas como recursos para alcanzar un objetivo concreto, es más sencilla incluir dichas prácticas dentro de una filosofía de trabajo Agile.
Es posible que el desarrollo de software ágil y la gestión de servicios ITIL funcionen bien juntos si se fijan unos objetivos comunes, y ninguna de ambas culturas sea inflexible. ITIL 4 trata de desprenderse de la rigidez que se le atribuía y su Sistema de Valor del Servicio (SVS) es compatible con muchos de los enfoques Agile.
Combinar ambas metodologías permitirá una entrega de servicios TI continúa, que se adecue a las necesidades actuales de los clientes y que sigan las mejores prácticas que garanticen una alta calidad.
El exceso de rigidez en la gestión de procesos de ITIL hace que la capacidad de adaptación y respuesta de las empresas en el mercado actual no sea la adecuada, y que no lleguen a ser lo suficientemente competitivas a la hora de entregar servicios, centrándose solo en la calidad. Por su parte, la gran flexibilidad y adaptabilidad de Agile puede concluir en una merma en la calidad, al dar prioridad a la rapidez y a los tiempos de entrega. Por lo tanto, la aplicación de la filosofía Agile, haciendo uso de las prácticas de ITIL 4, proporciona un equilibrio entre rapidez, flexibilidad y búsqueda de la mejor calidad del servicio.
Para lograr una convivencia efectiva entre ITIL y Agile, es importante encontrar un equilibrio adecuado entre ambos enfoques. Por ejemplo, se puede utilizar la metodología Agile para la gestión de proyectos y la entrega de productos, mientras que ITIL puede ser útil para la gestión de la calidad del servicio y el soporte. Además, es fundamental que los equipos estén formados por las personas adecuadas para el proyecto, de manera que se asegure el apoyo, la colaboración y las herramientas necesarias para tener éxito en el proceso.
En resumen, ITIL y Agile no son metodologías opuestas, sino que pueden convivir y complementarse para lograr una gestión eficaz del servicio de TI. Al aplicar los principios de ambas metodologías de manera equilibrada, los equipos pueden obtener resultados increíbles y satisfacer las necesidades del cliente de manera eficiente y efectiva.