
Lean en sanidad: menos esperas, más humanidad
- Categorías Lean
- Fecha 11/07/2025
He trabajado a lo largo del año con un grupo de personas del sector sanitario de las tres provincias de la Comunitat Valenciana y he descubierto dos cosas que no solo me han marcado, sino que reafirman mi propósito como Agente del Cambio:
- Reafirmo mi amor por Lean.
- La empatía ayuda a mejorar exponencialmente las organizaciones.
Cada día veo con más claridad que el reto no está solo en gestionar mejor los recursos, sino en diseñar sistemas que respeten el tiempo, la energía y las emociones de las personas.
El libro Esto es Lean, de Niklas Modig, lo explica con una sencillez poderosa: La eficiencia real no está en saturar recursos, sino en liberar el flujo.
El caso de Alicia y Sara: 42 días vs 2 horas
Ambas mujeres presentaban la misma preocupación: un posible diagnóstico de cáncer. Pero vivieron dos experiencias opuestas:
- Alicia tuvo que pasar por múltiples derivaciones, citas sueltas, llamadas, tiempos muertos y ansiedad acumulada. Esperó 42 días para obtener un diagnóstico.
- Sara fue atendida en un sistema diseñado para fluir: en un mismo espacio y jornada, fue vista, diagnosticada y acompañada. Lo resolvió en solo 2 horas.
Ambos sistemas eran técnicamente correctos. Pero solo uno estaba diseñado pensando en la persona.
La eficiencia mal entendida puede destruir la experiencia del paciente.
¿Qué aprendemos?
Que muchas organizaciones sanitarias aún están atrapadas en la eficiencia de recursos: tener ocupados a los profesionales, optimizar el uso de máquinas, evitar tiempos muertos. Pero esto, como demuestra el caso de Alicia, puede generar tiempos de espera inhumanos y procesos fragmentados.
Lo que los pacientes necesitan es eficiencia de flujo: un camino que les aporte valor continuo desde que surge su necesidad hasta que se resuelve.
¿Qué propongo?
Además de aplicar los principios Lean, creo que hay una gran oportunidad en incorporar las dos primeras fases del Design Thinking:
- Empatizar: Escuchar profundamente a los pacientes y profesionales.
- Definir el problema: Mapear correctamente el desafío antes de optimizar soluciones.
Curiosamente, esto ya se intuía en los años 60 cuando se hablaba de validar hipótesis de mejora en entornos reales.
Hoy tenemos más herramientas, pero el principio es el mismo:
«No optimices lo que no has entendido desde la experiencia humana.»
Como Agente del Cambio, estoy convencido de que Lean no es una técnica para ahorrar, sino una filosofía para cuidar con inteligencia y rediseñar sistemas centrados en el valor real.
¿Y cómo se logra eso?
- Rompiendo silos funcionales.
- Integrando equipos en torno a necesidades reales.
- Midiendo lo que realmente importa: el tiempo que transcurre desde que una necesidad nace hasta que se resuelve.
- Eligiendo conscientemente qué actividades añaden valor y eliminando todo lo demás.
¿Y tú? ¿Cómo estás transformando la experiencia del paciente en tu entorno?
Etiqueta:Agile Coach
También te puede interesar
Lean Startup vs. Lean Discovery

