Los españoles no hemos recibido ninguna formación para aprender a comunicar con eficacia cuando tenemos que hablar en público. No aprendimos en el colegio, ni en la Universidad, por lo que llegamos al mundo profesional sin saber cómo hacerlo. Por eso, la mayoría de los españoles sufren el clásico miedo ante esa situación y, si pueden, la evitan.